Las calas son plantas originarias de Sudáfrica que llegaron a Europa en el siglo XVIII. Su nombre se debe al término griego «kalos», que significa bello. Son flores que simbolizan elegancia y pureza y que tradicionalmente están destinadas para ser regaladas en una amistad o como una declaración de amor. Sus hojas son grandes y verdes en forma de corazón y las flores tienen forma de embudo y pueden ser de variedad de colores: blanco, amarillo, rosa, rojo y naranja.
Es una flor que necesita agua y humedad en el momento de la floración, pero debes tener cuidado en no encharcar el sustrato. Es una planta de semisombra, debe tener luz algunas horas del día, pero hay que evitar exponerlas a la luz directa, ya que esto puede quemar las hojas y las flores. Las calas prefieren temperaturas entre los 18 y los 24 grados y pueden ser plantadas tanto directamente en el suelo como en una maceta, lo más importante es que la tierra ofrezca un buen drenaje.
Las calas o lirios tienen diversos significados dependiendo de la cultura. Las calas blancas son comúnmente asociadas con la pureza y la inocencia, y a menudo se utilizan en bodas o en algún evento religioso. Las rojas simbolizan pasión, amor y sensualidad. En algunas culturas, las calas también se asocian con la fertilidad y se utilizan en rituales relacionados con la reproducción y el nacimiento.
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